PAREDES SIN HONGOS
Claves para evitar la condensación de vapor y combatir sus efectos en las paredes y techos
La aparición de hongos en las paredes suele deberse tanto a la aislación deficiente de los muros como a la humedad que se genera dentro del local, dando lugar a la condensación de vapor. Este fenómeno ocurre cuando el agua pasa del estado gaseoso al líquido. La condensación se verifica en lo que se llama “carcaza” (muros, pisos y techos) y se produce cuando desciende la temperatura del aire o aumenta la cantidad de vapor contenido en forma de humedad.
El vapor genera presión en todas las direcciones y condensa al chocar con una superficie fría, o mejor dicho, una superficie cuya temperatura esté por debajo del punto de rocío (la temperatura a la cual el aire se satura y no puede contener más vapor, licuándolo).
La condensación puede manifestarse de forma superficial o intersticial (en el interior de los cerámicos). Para evaluar correctamente la situación, es importante tener en cuenta que el aire, cuanto más caliente está, mayor capacidad tiene para acumular agua en suspensión. En invierno o en climas fríos, al estar las viviendas calefaccionadas, aumenta la cantidad de vapor en el aire. La diferencia de presiones con el exterior hace que el vapor interior migre hacia donde la presión es menor.
En la medida que este desequilibrio aumente, se incrementará proporcionalmente el paso de vapor a través de la carcaza. Luego, el vapor pierde fuerza al atravesar capas y, si encuentra una zona de igual o menor temperatura, se produce condensación intersticial.
Cómo prevenir la condensación y los hongos
Soluciones principales
- Aumentar la resistencia térmica de la carcaza.
- Disminuir la humedad interior.
Si se opta por aumentar la resistencia térmica, la disposición de los elementos es crucial. Aunque no altera el coeficiente de transmitancia térmica del muro, influye en los efectos. Cuanto más al exterior se coloque el aislante térmico, menor será el riesgo de condensación.
Cuando no es posible colocar el aislante en el exterior, debe adicionarse una barrera de vapor, como:
- Mantas de polietileno de alta densidad (150 a 200 micrones).
- Láminas asfálticas.
- Mantas de fibra de vidrio con foil de aluminio o láminas metálicas unidas.
Una barrera de vapor será efectiva solo si es continua.
Para mejorar la resistencia térmica del paramento, se puede:
- Dejar una pequeña cámara de aire del espesor de un montante metálico tipo “ómega”.
- Emplacar con paneles de roca de yeso.
- Incorporar rejillas de ventilación cruzada para que circule el aire por la cámara.
Eliminación de hongos
Los hongos necesitan un medio ácido, calor y humedad para desarrollarse. Para eliminarlos:
- No usar hipoclorito de sodio (lavandina): Solo decolora los hongos.
- Usar biocidas especializados.
- Evitar cepillos de alambre: Dispersan los hongos.
Una vez eliminados, pintar las superficies con pinturas antihongos o de base alcalina.
Solución en interiores
Los hongos suelen proliferar cerca de los techos, donde hay poca circulación de aire, y en interiores de placares cuyos muros dan al exterior. En este caso, es recomendable:
- Colocar rejillas de ventilación en las puertas, una arriba y otra abajo.
Productos recomendados y costos
- Pintura asfáltica:
- $10.50 por balde de 4 litros.
- Mantas o foil de polietileno (barreras de vapor):
- Bobinas de 0.50 x 36 metros.
- $140 (150 micrones).
- $175 (200 micrones).
- Mantas de lana de vidrio con foil de aluminio:
- Rollos de 0.50 x 36 metros.
- $100 por unidad.
Ejemplo práctico: Solución similar a un auto
En invierno, cuando los vidrios de un auto se empañan, el desempañador calienta el vidrio, elevando su temperatura por encima del punto de rocío, lo que evita la condensación. De manera análoga, la aislación térmica abriga la pared para que el vapor no entre en contacto con una superficie fría.
Es fundamental realizar un balance térmico de la carcaza, considerando los materiales a utilizar, para determinar la ubicación adecuada de la barrera de vapor.
